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Para que tú me oigas mis palabras se adelgazan a veces como las huellas de las gaviotas en las playas
Ahora quiero que digan lo que quiero decirte para que tú me oigas como quiero que me oigas.
Amame, compañera. No me abandones. Sígueme. Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.
Pablo Neruda |
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